lunes, 20 de agosto de 2012

El Grupo Musical Villena en la corrida del dia 7 de Septiembre

El próximo 7 de Septiembre de 2012, el Grupo Musical Villena, participará en la Corrida de Toros enmarcada dentro de las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos de Villena en honor a "La Morenica".

 Será una corrida mixta, donde participarán los toreros Juan José Padilla y Daniel Luque, junto al rejoneador Andy Cartagena.
 No vamos a poder disfrutar del arte de nuestro paisano Raul Bravo, pero seguro que sera una buena tarde para recordar.

 Para tal ocasión, el Grupo Musical Villena interpretará Pasodobles taurinos para amenizar el evento, y pasar una fantástica tarde de toros.

 ¡Suerte Maestro y a por el Toro!
LOS 3 TORILES

miércoles, 8 de agosto de 2012

Puerta Grande para Raúl Bravo en Rincón de Soto

Ficha de la corrida:
Martes, 7 de agosto de 2012
Plaza de Toros de Rincón de Soto (Logroño), casi lleno.
Feria de la Virgen de Carravieso.
Novillos de la Ganadería de don Manuel Ángel Millares, de Trigueros (Huelva): Bien presentados, con clase y manejables, de fina estampa, cómodos de cara y desiguales de trapío. El tercero, alto de agujas.

Raúl Bravo, de grana y oro: Estocada y oreja; Estocada y oreja. Sale por la Puerta Grande.
Miguel Ángel Silva, de nazareno y oro: Media estocada y oreja; cuatro pinchazos y descabello, silencio.

En estas plazas norteñas lo reciben a uno como en casa y el almuerzo que se zampan después del encierro es suculento: patatas al montón, longaniza, tocino, huevos y pimientos fritos, ¿les suena de algo? Lo único regular es que si preguntas por la sardina te tiran al río.
Estos novillos onubenses sacaron todo lo bueno que lleva en la sangre el encaste Domecq, y nada de lo malo.


Raúl Bravo toreó muy bien de capa a su primero –el más chico de la corrida- y no perdonó ninguno de los quites, ni propios ni ajenos.
Bien lucido desde el primer lance y con la plaza a su favor, les brindó el novillo y se puso a torear sin preámbulos, pronto y en la mano.
Toreo clásico por ambos pitones, comenzando por el bueno –el derecho- y logrando los mejores momentos con el menos bueno –el izquierdo-, pero su toreo al natural fue lo mejor de la tarde.
El tercero de la tarde -segundo de su lote y el más grande de la corrida-  transmitía mucho más  a los tendidos por su enorme trapío y eso dio más importancia a la faena de Raúl, que la estructuró adecuadamente, toreando por ambos pitones y dando las pausas necesarias para que el novillo recuperase el tranco.
Lo cerró un poco más allá del tercio antes de cuadrarlo y como estuvo toda la tarde hecho un cañón con la espada, el corte de la segunda oreja estuvo garantizado.
¡Nadie es profeta en su tierra!

Por: Jose Luis Barrachina Susarte

Tarde heroica de Raúl Bravo en San Adrián

Ficha de la corrida:
Domingo, 29 de julio de 2012
Plaza de Toros de San Adrián (Navarra)
Cuarta de la Feria XXII Espárrago de Oro
Novillos de la Ganadería de Pincha (Lodosa): Muy bien presentados, astifinos 2º y 3º, con casta, cuajados y con desigual trapío. Muy flojo el 4º.

Mario Palacios, de azul eléctrico y oro: Media estocada y aviso, silencio y sartenazo y tres descabellos, pitos.
Raúl Bravo, de ídem y oro: Estocada y descabello, palmas y Pinchazo arriba y estocada, ovación
El palco presidencial estuvo ocupado sólo por mujeres, los espadas actuaron mano a mano y destacó la lidia de Juan Fernández Belmonte con el capote.



Aquí nadie es forastero, ponía en una pancarta a la entrada de San Adrián y como en casa nos sentimos cuando comenzó el paseíllo escuchando La Entrada.
Gran ambiente de fiesta en los tendidos –como una pequeña Pamplona, con encierro matinal y todo- gracias a las peñas que los cubrieron de blanco y rojo, charangas, bebidas y viandas. Fue una pena que no trajesen pañuelos y que no prestasen atención a cuánto sucedió en el ruedo, porque en tal caso los trofeos hubiesen sido mayores.





Salió Raúl a intentar hacer el quite al primero de la tarde –un precioso negro burraco- y se llevó el primer “atracón” tras ser desarmado de un hachazo.



Tampoco pudo saludar con reposo al segundo, uno negro zaíno que llegó del campo sin afeitar y que comenzó a apretar hacia las tablas desde que salió de chiqueros.
Juan Fernández Belmonte –su hombre de confianza- lo paró y lo toreó por bajo, para tratar de paliar esos defectos.
Por eso, después del tercio de banderillas y tras brindar al respetable, Raúl se lo sacó hacia los medios doblándose con él –con mano derecha y flexionando la pierna contraria- para someterlo y sacarlo de la querencia.

Como por el pitón derecho el de Lodosa no tenía clara la embestida y el maldito viento estaba descomponiendo la faena, el diestro se cambió la diminuta muleta a la mano zurda para estirarse en el toreo al natural. Tras dos series, el tranco no terminaba de ser claro y cuando el novillero estaba en la tercera logrando los mejores pases de la tarde, el novillo le levantó los pies de suelo lanzándole sendas cornadas, una que le agujereó la tela de la pierna derecha y otra que fue a parar a la ingle destrozándole la taleguilla. Cuando el animal lo estaba buscando en el suelo y antes de que pudiera cebarse con él, el novillero salió de debajo rodando por el albero con agilidad. Se libró de puro milagro.
Con la adrenalina a flor de piel, volvió a la cara del novillo convertido en un gladiador y logrando que el final de su faena calase un poco en los desentendidos espectadores.
Estuvo muy seguro con los aceros, como suele acostumbrar a hacer, y tras el arrastre pasó a la enfermería dónde fue reconocido y sólo se le apreció un varetazo por asta. No obstante, también tendrá que ir al sastre.

El segundo de su lote era más cornidelantero, pero a pesar de eso no era tan aparatoso, ni de cara ni de riñones, y aunque de salida remató en tablas de su principal peculiaridad era que apenas humillaba y echaba la cara arriba, tanto que a punto estuvo de robarles la montera a los banderilleros durante el segundo tercio.
Además fue el más flojo del encierro lo que propició que cada vez se fuese quedando más corto en cuanto a su recorrido y apenas pudo Raúl embarcarlo en la muleta, salvo que para dejar algunos detalles de su torería. Detalles que pasaron inadvertidos para un festivo público que se hallaba sumido en su fiesta particular, sin reparar lo más mínimo en los interesantes detalles de la lidia.
Esta vez pinchó arriba antes de lograr una estocada hasta los gavilanes.
En esta ocasión, el brindis había sido dedicado al cielo, muy sentido, y el premio de su faena resultó ser una ovación de despedida.


Resulta duro decirlo, pero así deberían ser todas las corridas. Da igual la categoría de plaza porque en cualquier sitio puede verse un espectáculo honesto. Comenzando con unas reses en su integridad, que lleguen a la plaza como fueron paridas por sus madres y sobre todo con las astas sin arreglar. Esto combinado con la participación de las más diversas ganaderías y pertenecientes al abanico completo de encastes. A partir de ahí con los diestros que se atrevan, se llamen como se llamen.
Sin embargo, la actualidad es a la inversa: Toreros de renombre ante penosas reses del monoencaste, por las que resulta fácil sentir lástima.
Para cargarnos esto no son necesarios los antitaurinos. 




Por : Jose Luis Barrachina Susarte